No conversaba con mi padre desde hacía 2 meses. Durante ese tiempo, dos sucesos marcaron esos momentos: el fútbol que hacía Alianza Lima en la Copa Libertadores, y el terremoto que sufrió Chile el 27 de febrero. Luego de conversar ampliamente sobre fútbol, empezó el tema Chileno con una frase que me sacudió: "hijo, ya puedo morir tranquilo, y tambien tú puedes morir tranquilo, y creo que tus hijos, inclusive hasta tus nietos".

Para entender a mi viejo (y esa frase) presento una pequeña biografía: 73 años, Leonciopradino de la famosa promoción de jaguares y poetas. Quería pertenecer a la marina de guerra, pero se dedicó a hacer caminos por todo el Perú (la carretera a Ventanilla, refacciones a la carretera central, y un largo etc.), Ing. Civil graduado de la UNI de cuando era Escuela de Ingenieros, apasionado por la historia (las guerras mundiales, la gesta libertadora en América, y sobre todo, la guerra del Pacífico). A diferencia de nuestra generación de superhéroes, el tiene uno que es Andrés A. Cáceres (el Brujo de La Breña) "pero sólo hasta antes de ser presidente, luego la cagó toda, como todos".

Cuando pregunto el porqué de su tranquilidad, me dice que la amenaza chilena dejó de existir luego de "las bombas atómicas naturales enviadas en el terremoto. Sin entrar en una guerra, sin jugar, nos cobramos la revancha".

La teoría que expone es sencilla, y difícil de aceptar para algunos. Chile tenía pensado llegar a ser "primer mundo" en no menos de 20 años. Chile se armaba hasta antes del terremoto con una velocidad de 5 mil millones de dólares al año (eso no puede ser disuasivo, tomando en cuenta además el tema de la operación Salitre, que junto a la demanda peruana ante la Corte de La Haya y su probable dictamen favorable a Perú, era la excusa perfecta para dar el golpe esperado desde el inicio de la idea de Diego Portales). Chile carece de recursos energéticos, necesita del gas de Bolivia y del petróleo de Venezuela (por eso los coqueteos de Bachellet con Chávez y Evo), y el gas al Perú no le sobra, pero lo tiene (Camisea está en Cuzco, tomando Puno, con ayuda boliviana, practicamente tienen gas).

El terremoto (que lamentablemente sigue azotando Chile) golpeó, según él, de manera medular al entrante gobierno chileno, y además dejó en evidencia el verdadero espíritu de los chilenos. Ahora necesitan cerca de 40 mil millones de dólares solo para poder recuperarse.

Además de afectar a Santiago como capital, lo ocurrido hizo que el precio del cobre, al día siguiente de la catástrofe, subiera considerablemente, puesto que los sectores donde se encuentran las minas y sus centros de operaciones productivos se encuentran en el área de influencia del terremoto. Además, otro de los puntales de la economía chilena, la industria vitivinícola, también fué duramente golpeada. En conclusión, el aparato productivo chileno, el cual se encuentra en el centro de Chile, fue uno de los mas devastados, y será el que marque la diferencia de su recuperación como país.

Con respecto al verdadero espíritu de los chilenos, dijo que "ni en Haití, ni en Pisco, la gente saqueó las viviendas y tiendas al día siguiente de sus terremotos, siendo estos países mas pobres y localidades mas necesitadas. Además, se veía en las noticias como al comienzo aparecían imágenes de peruanos damnificados viviendo en las calles de Santiago, en carpas, justo cuando Bachellet rechazaba la ayuda humanitaria de los países amigos. Luego esto cambió, y se vió como el saqueo no solo era por alimento o abrigo, sino por televisores plasma de 40", reproductores de DVD, ropa de marca o lo que encontraban a su paso". Y sí pues, parece ser que en el fondo no son tan solidarios como aparecen en su Teletón, mas bien parecen esos padres que creen que entregando dinero tambien dotan de afecto a la familia, de esos padres que compran querer, y esos hijos que al dar vuelta a casa hacen del libertinaje una forma de vida. Es una lástima, pero está registrado en la tele.

Entendiendo la frase, y luego de sufrir la vida como peruano honesto, me dice con una sonrisa que hace tiempo no veía, que tenemos la gran oportunidad de crecer como nación (y eso que era el primer anti aprista del país). La ventaja se puede acortar, y podemos sobrepasar al rival eterno (en realidad, necesitamos crecer juntos como nación, tanto Chile como Perú, entendiendo que una guerra es lo peor que nos puede pasar en estos momentos... en cualquier momento). Antonio Belaúnde Moreyra escribió hace un tiempo en Caretas sobre Chile y los chilenos, a propósito del documental Epopeya, y terminó con una frase que dice mucho de ellos: "ellos cuando vitorean su país dicen: ¡Viva Chile Mierda!, nosotros en cambio clamamos ¡Viva el Perú, Carajo!, y es mejor"

Viene el pesimismo de siempre, ahora en el joven (yo) que le dice que lamentablemente hay corrupción, hay afan de poder, no hay nación y no hay sentido del bien común, sino del bien individual. Solo me mira con cara de déjame creer, como que Alianza llega a la final de la Libertadores